“Perseguidme si queréis! Huyo con mi facha en las manos.”
Ferdydurke, primera novela de Witold Gombrowicz, es su obra fundamental, considerada como un clásico del siglo XX.
Mi escritura se basa en los modelos tradicionales. En cierto sentido, “Ferdydurke” supone una parodia del cuento filosófico al estilo volteriano.
Testamento. Conversaciones con Dominique de Roux |
Ferdydurke nació de la herida que le produjo a Witold Gombrowicz la lectura de ciertas críticas a su primer libro Memorias del tiempo de la inmadurez, que lo trataban de “inmaduro”. En su primera reacción, Gombrowicz quiso escribir un panfleto contra los críticos y las “tías culturales”.
Pero su propio tema lo llevó a realizar un ajuste de cuentos general con la cultura y con el mundo. Y él mismo se convirtió en “el cantor de la Inmadurez y de la Forma, al menos en su relación con la inmadurez”.
“[…] El hombre […] depende de la imagen de sí mismo que se forma en el alma ajena, aunque esa alma sea cretina.”
En Ferdydurke se encuentran por primera vez los temas que constituirán el centro de la obra de Witold Gombrowicz como: Inmadurez, inferioridad/superioridad o Forma.
Ciertas expresiones y neologismos de Ferdydurke han pasado al lenguaje corriente en Polonia: “culito” y “facha”, “violación por las orejas”, “compota” o “tías culturales” han adquirido un significado particular y funcionan como referencias en la lengua polaca.
¿Cómo hay que describir a aquella persona ferdydúrquica? Creada por la forma, es creada desde el exterior, lo cual vale decir que es inauténtica, deformada. Ser una persona equivale a no ser nunca uno mismo.
Y también, la persona es una incesante productora de la forma: segrega forma infatigablemente, como la abeja segrega miel. Prefacio de Witold Gombrowicz a la edición francesa de Pornografía, 1962. Reproducido en la edición española de 2002. |
Ferdydurke, publicado por primera vez en octubre de 1937, en Varsovia, en ediciones Rój, presenta un pie de imprenta de 1938. El diseño de tapa y las ilustraciones de esta primera edición, pertenecen a Bruno Schulz, ardiente defensor del libro y conocido autor de Tiendas de canela.
La novela incluye dos “interludios” escritos y publicados más tarde: Filifor forrado de niño y Filimor forrado de niño.
Witold Gombrowicz los incluyó también, como cuentos independientes, en Bakakaï, en 1957.
Ferdydurke no apareció en Polonia sino veinte años más tarde, en 1957, durante una liberalización pasajera del régimen comunista.
El éxito fue tal -se vendieron más de 10.000 ejemplares- que fue nuevamente prohibido al año siguiente.
Permaneció prohibido hasta 1986, año en que fue reeditado en ediciones Wydawnictwo Literackie, de Cracovia.
En los años 1990, Ferdydurke, considerado como un clásico de la prosa polaca, entró en la programación escolar con lectura obligatoria.
En 1947, Ferdydurke se tradujo al español (primera traducción extranjera) y fue publicado por editorial Argos, de Buenos Aires.
Esta traducción se había realizado en condiciones a veces burlescas, en el Café Rex de Buenos Aires, con un grupo de jóvenes compañeros de ajedrez, sin diccionario polaco-español, con el propio Witold Gombrowicz y bajo el báculo de dos escritores cubanos, Virgilio Piñera y Humberto Rodríguez Tomeu.
“No era un rostro que se había vuelto facha, sino una facha que nunca jamás llegó a la dignidad de rostro, ¡eso era una facha como una pierna!”
Witold Gombrowicz se inspiró en esta versión española para la traducción francesa que realizó él mismo con Roland Martin, un joven francés de Buenos Aires. Firmaron con el seudónimo Brone (Julliard, 1958, “Les Lettres nouvelles”). De acuerdo con el autor, muchas otras traducciones se basaron en ésta.
La segunda traducción francesa, de Georges Sédir, basada en la edición polaca de 1957, se publicó por primera vez en 1973.
De hecho, su lectura puede resultar indigesta a aquellos que otorgan cierta importancia a su persona, a sus convicciones y a sus creencias, es decir, a un pintor “creyente”, a un científico “creyente” o a un ideólogo “creyente”. Los lectores occidentales de “Ferdydurke” se dividen en: a) frívolos, que buscan la diversión sin preocuparse de otra cosa; b) graves, y c) graves y ofendidos.
Testamento. Conversaciones con Dominique de Roux. |