Opereta: extracto
“Yo soy conde, el conde Agenor
De las damas seductor y
Enfant gaté de los cafés
Con mi sombrero de copa,
Mi monóculo y mi bastón.”
ALBERTINETA – ¡Oh!
AGENOR – ¡Ladislao, una pastilla! Luz tamizada, pantallas carmesíes, excitantes violines de zíngaros, y ah, camareros, entremeses y bacantes, el champagne nos cosquillea en las venas, los violines zíngaros nos rascan los nervios, tu fragancia obnubila mis sentidos, yo me inclino, tú retrocedes, yo me inclino, tú retrocedes, ¡epa!, retrocedes y entonces yo, yo… ah, ostras, zíngaros y violines, y entonces yo empiezo a…
ALBERTINETA – ¡Madre mía!... ¡empieza a desvestirme!
AGENOR – ¿Qué? ¡Tú estás loca... empiezo a vestirte!... Manguitos de colas de visón de Worth.
ALBERTINA – ¡Oh!
AGENOR – ¡Medias al vapor parisino!
ALBERTINA – ¡Oh!
AGENOR – ¡Las prendas íntimas color rosa con un toque de merengue!
ALBERTINA – ¡Oh!
AGENOR – ¡Falda de vuelo crema de durazno!
ALBERTINA – ¡Oh!
AGENOR – ¡Blusa con setas en salsa provenzal!
ALBERTINA – ¡Oh!
AGENOR – ¡Y sombrero adornado con panaché de legumbres!
[Oscuridad, viento, tempestad y relámpagos.]
ALBERTINA – Pero, conde, ¿en lugar de desvestirme pretende vestirme?
AGENOR – ¿Perdón? ¿Cómo ha dicho?
ALBERTINA – Comprenda
Que bajo mis ropas
¡Estoy desnuda!
[Relámpago]
Witold Gombrowicz, Opereta, acto I