1929
Al día siguiente de regresar de París, subí en Varsovia a un tranvía… ¡Las caras! Caras apáticas, abúlicas, apagadas, míseras… esa indigencia paralizadora, como un sueño… esa pesadez eslava… Y esas raras vestimentas, no europeas, exóticas… Largo tiempo después de mi estancia en París, rastreaba en Polonia las huellas de esa falta de europeísmo, tratando de describir en qué consistía esa condición fronteriza de Polonia respecto a Europa.
Recuerdos de Polonia |
De regreso en Varsovia, Witold Gombrowicz cumple una pasantía con un juez de instrucción en el tribunal de primera instancia. Dos veces por semana, asiste a los procesos y escribe las actas de las sesiones, trabajo que encuentra interesante e instructivo.
Me inclinaba mucho más hacia el punto de vista del criminal, que piensa que ha tenido mala suerte al dejarse pescar.
Souvenirs de Pologne |
Witold Gombrowicz devora considerables cantidades de libros, un poco al azar; juega al tenis.
Comienza a escribir las nouvelles que formarán parte de Memorias del tiempo de la inmadurez : El bailarín del abogado Kraykovsky, Crimen premeditado, El diario de Stefan Czarniecki y La virginidad.
1930
Witold Gombrowicz frecuenta los cafés literarios de la capital, y entre ellos, el célebre café Ziemianska. Rechazado por el Colegio de Abogados de Radom, a causa de sus posiciones políticas demasiado liberales y filosemitas, renuncia a toda carrera jurídica. Joven dandy, se queda en Zakopane, en las montañas de los Tatras, lugar de veraneo de artistas e intelectuales “à la page”.
Era en 1930. […] Me hallaba en Zakopane. Me alojé en una pensión que se llamaba “Mirabela” […] No se bebía en “Mirabela”. Nos bastaba la juventud. Reíamos, nos divertíamos, teníamos crisis de una risa loca. ¡Todos! Con la excepción de un raro joven […] Witold Gombrowicz. Amable, pero bastante rígido. No compartía nuestras discusiones. No jugaba a los naipes. Nosotros llevábamos ropas de ski, Gombrowicz iba vestido de cazador: botitas, knickers, sombrerito con una pluma. Lo veíamos a menudo en el hall, tratando de ganarles al ajedrez a los mejores jugadores de Zakopane. No sonreía nunca, pero no parecía siniestro. Sus labios quedaban fijos en una especie de mueca distinguida y más bien artificial. Algunos de nosotros nos burlábamos de su modo de caminar. Llevaba la cabeza delicadamente hacia atrás, girándola lentamente de izquierda a derecha como si husmeara algo. Hanka Bal decía que parecía oler los ramilletes que llevaban tras él.
Tadeusz Breza, en Cahiers de L’Herne Gombrowicz |
1933
Witold Gombrowicz publica su primer libro. Es una colección de cuentos: Memorias del tiempo de la inmadurez. Su padre paga la edición de Rój de Varsovia .
Una parte de la crítica se apoya en el título para denigrar al autor y ponerle una etiqueta de inmaduro. Los cuentos de este libro se reeditarán en 1957, en un volumen más grande, con el título de Bakakai.
Witold Gombrowicz escribe su primera obra de teatro, Ivonne, princesa de Borgoña, de noche, acostado sobre una alfombra, mientras cuidaba a su padre enfermo.
“Ivonne” procede en mayor medida de la biología que de la sociología.
Testamento. Conversaciones con Dominique de Roux. |
El padre fallece el 21 de diciembre. Witold Gombrowicz hereda la mitad de la propiedad de Małoszyce y el beneficio de una parte de los ingresos provenientes de los inmuebles de renta.
Destacado por la prensa, el escritor debutante comienza a colaborar regularmente, como crítico literario, en muchos diarios de Varsovia.
1934
Witold Gombrowicz traba amistad con dos artistas excepcionales, pintores y escritores: Bruno Schulz y Stanisław Ignacy Witkiewicz, llamado Witkacy.
La vida literaria está dominada por la revista Skamander y su círculo de poetas: Jaroslaw Iwaszkiewicz, Julian Tuwim, Antoni Słonimski, Jan Lechoń y Kazimierz Wierzyński.
Witold Gombrowicz se mantiene apartado de la influencia de ese grupo y comienza a reunir su propio círculo en el café Ziemiańska. También frecuenta otro café, el Zodiac.
Cada tarde, a eso de las nueve, me encaminaba hacia el café “Ziemiańska” -famoso en aquel entonces- que se encontraba junto a la plaza Warecki. Me sentaba en una de las mesas, pedía un café solo y esperaba a que se reuniera el grupo de mis compañeros de café, […] Hay que decir que los cafés de Varsovia, y el café “Ziemiańska” en particular, no se asemejaban a los demás cafés del mundo: se entraba directamente de la calle a la oscuridad, a una especie de terrible sopa de humo y de tufo, desde cuyo fondo se asomaban unos semblantes estrafalarios ululando y haciendo gestos en un intento de hacerse entender en medio del bullicio general.
Recuerdos de Polonia |
Witold Gombrowicz continúa con la redacción de Ivonne, Princesa de Borgoña, y escribe dos nouvelles: Filifor forrado de niño y Filimor forrado de niño, que formarán parte de su primera novela, Ferdydurke.
1935
A la muerte del mariscal Piłsudski, el régimen político en Polonia se hace cada vez más autoritario y xenófobo. Se multiplican las acciones antisemitas.
Después de la muerte de su padre, Witold Gombrowicz, su hermana Rena y su madre residen en la calle Chocimska Nº35. Él ocupará un departamento de dos piezas frente al de su madre y su hermana.
Rena, diplomada en Matemáticas, es militante católica progresista. Es activa en los círculos de jóvenes aristócratas y desarrolla una carrera de cronista en la radio.
Witold Gombrowicz concluye la redacción de Ivonne, princesa de Borgoña, escribe una serie de artículos críticos, entre otros sobre Don Quijote, de Cervantes, sobre la Introducción al psicoanálisis, de Sigmund Freud y sobre El espejo del mar, de Joseph Conrad. Estos textos están actualmente publicados en los volúmenes titulados Varia.
1936
Polonia es sacudida por numerosas huelgas y por violentas manifestaciones campesinas. En las universidades, los jóvenes fascistas provocan enfrentamientos entre los estudiantes.
Según su esquema autobiográfico en el Cahier de l’Herne Gombrowicz, Witold "trabaja siempre en Ferdydurke. Hace algunos viajes. Amoríos con la cocinera. Relaciones con los sirvientes. Flirt con una poetisa joven y bella."
No fundaba grandes esperanzas en su nueva novela, que concebía más como un arreglo de cuentos que como el “opus magnum” que lo haría entrar en el Panteón.
Tadeusz Kępiński, Witold Gombrowicz y el mundo de su juventud. |
Witold publica también algunos artículos sobre las novedades literarias y un elogio de Ubu Roi (Ubú rey) de Alfred Jarry. Estos textos están disponibles, actualmente, en los volúmenes de Varia.
En la revista Studio, aparece un intercambio de “cartas abiertas” entre Witold Gombrowicz y Bruno Schulz.
1937
Ferdydurke aparece en octubre en ediciones Rój, la mitad de los costos a cargo del autor.
Estos últimos días están marcados para mí por la lectura del libro de Gombrowicz. Hizo en mí una impresión fulminante, estremecedora. Inútil tratar de poner ese libro en una u otra categoría. Es una obra de una gran envergadura, llena de nuevas perspectivas. Una verdadera revelación.
Bruno Schulz a Romana Halpern, carta 16.11.1937. |
Ese libro, en cierto modo, me situó frente a la vida.
Testamento. Conversaciones con Dominique de Roux. |
La revista Skamander publica su nouvelle En la escalera de servicio.
Witold escribe artículos críticos sobre la traducción francesa del Ulises de James Joyce y sobre la traducción polaca de las Muchachas de Henry de Montherlant. Estos artículos se encuentran, actualmente, en los volúmenes de Varia.
1938
Witold Gombrowicz viaja a Italia vía Austria. Visita Viena, Roma y Venecia, donde percibe la ascensión fascista, el ambiente “pesado, emponzoñado por este salvajismo que se infiltraba en la serenidad de las obras de arte del Renacimiento y del gótico”.
Cuando llegamos a los suburbios de Viena, vi grupos de gente con antorchas, vitoreando. Los gritos “¡Heil Hitler!” llegaban hasta nuestros oídos. La ciudad enloquecía. Comprendí: era el Anschluss. Hitler estaba entrando en Viena.
Recuerdos de Polonia |
A su regreso a Polonia, Witold Gombrowicz se repone en los Tatras. La revista Skamanderpublica Ivonne, princesa de Borgoña.
La obra “no fue mencionada por la crítica ni representada en el teatro”, según sus propias palabras.
En el número de otoño, la misma revista Skamander publica un largo estudio de Bruno Schulz sobre Ferdydurke:
Aquí se revela el grosero mecanismo de nuestros ideales, fundados en las figuras de la metáfora y una imitación vulgar de formas lingüísticas. Gombrowicz es el maestro de esa maquinaria psíquica, ridícula y caricaturesca, que sabe llevar a cortocircuitos violentos, a explosiones magníficas en una rara condensación grotesca.
Bruno Schulz sobre Ferdydurke. |
En la prensa, Witold Gombrowicz escribe artículos sobre la obra de Bruno Schulz, sobre la autobiografía de H. G. Wells y sobre las Memorias de Lloyd George. Estos textos se encuentran, actualmente, en los volúmenes titulados Varia.
1939
El último año de Witold Gombrowicz en Polonia está marcado por una intensa actividad literaria.
Su nouvelle La Rata se publica en la prestigiosa revista Skamander.
En junio, se lanza el folletín Los Hechizados que aparece, con el seudónimo de Zdzisław Niewieski, en los diarios de Varsovia (Dobry Wieczór, Kurier Czerwony) y de Kielce-Radom (Express Poranny). La guerra interrumpió la publicación de los últimos capítulos.
El 29 de julio, Witold Gombrowicz se embarca en el Chrobry para el viaje inaugural de amistad con la Argentina, en compañía de otros escritores, como Czesław Straszewicz, de periodistas y diplomáticos.
Es invitado para este viaje por sugerencia de un joven funcionario del Ministerio de Industria, Jerzy Giedroyc, entusiasmado con Ferdydurke, que, después de la guerra, fundará la revista Kultura y llegará a ser su editor en polaco.
Es el adiós definitivo a Polonia, que el escritor, de treinta y cinco años, no imagina: Witold Gombrowicz no volverá más a su país natal.